¿Quién dijo que es imposible celebrar en épocas de crisis?
¿Quién dijo que es imposible celebrar en épocas de crisis?
¿Qué hacemos este año con todas esas tradiciones, todos esos momentos en el colegio que compartimos con las familias? ¿Cómo podemos acercar la escuela a las familias en momentos como los que vivimos?
Pues las nuevas tecnologías aquí nos han ayudado un poquito, pero sólo un poquito, porque el resto lo han hecho los niños/as, y sus familias, siempre dispuestas a echar una mano, y a colaborar en todo.
Fue sencillo, decidimos celebrar el día de la castañera a través de un cuento interpretado por los niños/as, referido a unos niños/as que estaban muy tristes por no poder ver a la castañera, pero como estos niños/as, creen en la magia, cerraron los ojos, y de repente la castañera aparecía, así los niños/as, en ese momento se ponían una careta de la castañera que previamente la habíamos elaborado en el aula, tras ello, recitaron una poesía relacionada con la castañera, y no podía faltar una canción, pues ya es tradición en nuestro módulo terminar nuestras celebraciones con una canción, bailando una canción, fue una canción divertida y que para muchas familias es conocida, se trata de la canción Whigfield – Saturday Night .
Todas estas actividades las realizamos mientras llevábamos a cabo una videollamada con las familias de tal forma, que, en lugar de acudir al colegio a ver las actividades preparadas, las vieron desde sus hogares a través de una videollamada, fue curioso observar a los niños/as, como estaban emocionados y contentos por ver a sus familiares, a ellos/as, les gustan esos momentos en los que acuden a verles, y les aplauden tras el esfuerzo realizado.
Gracias a la colaboración de las familias, tras finalizar la videollamadas, éstas continuaron presentes, y es que una de las mamás, realizó un vídeo disfrazada de la castañera, en el cual les contaba una historia sobre este personaje, sobre la castañera. Todos escucharon con atención la historia, y tras este momento, nos fuimos al patio a disfrutar de los juegos populares, como carreras de sacos, tulipán, la zapatilla por detrás, etc…
Intentamos desde los medios posibles lograr con la normalidad del día a día, continuar con celebraciones tan tradicionales como el día de la Castañera.
El martes después de esta celebración los niños/as, preguntaban cuando ensayábamos el próximo cuento, y ello se debe a que disfrutan de esos momentos compartidos con sus familias, aunque sea virtualmente. Y es que como decían los niños/as, al final del cuento, “No importa lo lejos que estés, si piensas en ello, en tú corazón estará”. Y eso mismo ocurrió aquel día, no importó lo lejos que estuvieran las familias, estaban en sus mentes, y por ello presenten en sus corazones.
Tal vez el sonido no fue el mejor, y su actuación puede que tuviera aspectos a mejorar, o en el baile no estábamos coordinados, pero de lo que sí estamos convencidas es de que, a ganas, y a entusiasmo no nos ganaba ni el mejor de los actores, ni el mejor de los bailarines; porque aquello que realizamos con entusiasmo y con alegría se queda grabado en nuestras mentes, y permanecerá para siempre en nuestros corazones